La ONGD Misión América siempre es lugar de acogida y encuentro de los misioneros y las misioneras con los que cooperamos, apoyando sus proyectos de cooperación para el desarrollo, con la seguridad de que esta ONGD es su ONGD, la de todos los misioneros.
Así ha ocurrido con la Hermana Victoria Braquehais, religiosa de la Congregación Pureza de María, que en días pasados nos visitaba, para acercar los avances de algunos de los proyectos impulsados en la República Democrática del Congo.
Desde la ONGD Misión América, y gracias al respaldo de la Diputación de Burgos, de la mano de la Hermana Victoria, hemos trabajado en la rehabilitación de la instalación eléctrica de un internado de chicos en Uzima.
Un proyecto necesario, sostenible y que además cuenta con la confianza del trabajo y el seguimiento de la propia Hermana Victoria, que conoce la realidad y las necesidades donde podemos intervenir gracias a la solidaridad tanto de instituciones como de empresas y personas comprometidas con los valores y principios que nos conforman como realidad al servicio de los misioneros.
En la visita de la Hermana Victoria, en la que mantuvo reuniones tanto con el departamento de proyectos, compuesto por voluntarias, como con nuestra presidenta, Ana Álvarez, nos aproximó al lugar en el que desarrolla la misión en el sur de la República Democrática del Congo, en Kanzenze, donde la Congregación de Religiosas de Pureza de María tienen varios proyectos, como educativos y sanitarios.
Para el departamento de proyectos de la ONGD Misión América es importante poder conocer de primera mano, y gracias al testimonio de misioneras como la Hermana Victoria, la situación que vive la República Democrática del Congo, más concretamente las necesidades que están sufriendo en todos los ámbitos, pero de manera especial las niñas pigmeas y la necesidad que tienen de ayuda para su educación y futuro.