El proyecto se desarrolla en el área periférica de la zona 7 (considerada zona “roja”) de Ciudad de Guatemala, con unos 20.000 habitantes que viven en chabolas en zonas de barranco. El objetivo del proyecto es ayudar a la infancia de la zona en su desarrollo integral, promoviendo las condiciones favorables, materiales e intelectuales, para que puedan llevar a buen término su educación primaria.
La falta de escolarización y el fracaso escolar en esta zona es verdaderamente preocupante. Se ven abocados a ello, dada la escasa y precaria alimentación y la desestructuración familiar en la que viven. Las casas tampoco reúnen las condiciones para el estudio debido a la falta de espacio.
Gracias a la subvención recibida los niños y niñas reciben un refuerzo alimenticio acorde a sus necesidades nutricionales para posibilitar su rendimiento académico, tareas de apoyo escolar con acompañamiento psicológico y seguimiento familiar con reuniones tanto con sus padres como con las escuelas.