Un sueño hecho realidad. Hace tiempo el equipo misionero de Kapawi, perdió su vieja canoa, una crecida del rio Pastaza, se la llevo rio abajo , no se la volvió a ver , quizá sus viejas tablas estén flotando por el rio Amazonas o se quedó atorada por territorio peruano. Lo cierto es, que sin este instrumento tan valioso es difícil realizar la evangelización a las comunidades más lejanas diseminadas a lo largo del rio Pastaza cerca de la frontera con Perú.
Ante tan sensible pérdida, nos pusimos manos a la obra, pedimos presupuesto de una nueva canoa y pedimos a la Divina Providencia, encontrar almas generosas que nos puedan financiar dicho proyecto. Fue en España donde el Obispo de Puyo golpeó algunas puertas, y al fin la solidaridad generosa con las misiones no se hizo esperar. Como dice el evangelio “quien busca encuentra, al que llama se le abre y al que pide se le da», solo hace falta fe y perseverancia. Y Dios nos concedió recibir ese regalo. Queremos agradecer a Misión en América de las OMP españolas quien nos consiguió los fondos, hoy les agradecemos de corazón.
La construcción de la canoa ha sido construida en los talleres de la ciudad de Puyo, por un experto en esta materia de hacer canoas de fibra de vidrio, movida por un motor de 40 caballos fuera borda, con de 11 metros de largo y capacidad para trasportar 12 personas.
Después de terminada la construcción de la canoa, probado el motor e instalado todo lo preciso, había que llevarla al rio Bobonaza en la parroquia de Canelos, en el puerto de Cuya, haría falta buscar una plataforma que la llevara hasta el lugar, la Procura con las Hna Maria Gimpiki, hacen las gestiones, y el Consejo Provincial de Pastaza la traslada hasta el puerto.
Después de no pocas dificultades se encontró el piloto que la llevaría en tres días y tres noches hasta su destino, la comunidad de Kapawi; el viernes zarpaba la canoa que llevará el nombre de la “Guadalupana “por ser la patrona de la parroquia de Kapawi, los pilotos de esta hazaña, serán expertos en manejo de canoas, dos indígenas de la parroquia de Sarayacu, Edgar y Felix.
En la orilla del rio Bobonaza, después de haber hecho el cargamento del combustible y carga de alimentación para la misión, entrarían en la canoa las hermanas misioneras, María y Susana , dos religiosas de la Familia de “Corde Jesu”, dos vocaciones nativas de nuestra Amazonia de la etnia Shuar y Ashuar conocedoras de estos territorios de misión. Con la bendición del diacono Omar y sin despegar la vista del seminarista Jeison que está haciendo la experiencia pastoral en Kapawi, suelta el amarre rumbo a la misión Kapawi, se encomiendan a Dios Padre providente y a María de Guadalupe quien les acompañarán hasta llegar felizmente a su destino.
La primera etapa será hasta Sarayacu donde dormirán en la noche, la segunda jornada será hasta Chichira, territorio Ashuar, ésta será la etapa más larga con casi 12 horas, y finalmente en la tercera jornada, llegarán a Kapawi meta final de esta aventura. El domingo llegaban a Kapawi, gracias a la técnica de los medios de comunicación, pudimos ver por las fotos y los videos el recorrido y llegada de la canoa Guadalupana felizmente, a la Misión Kapawi donde cumplirá su misión para trasportar a las hermanas en sus largos recorridos por estos ríos amazónicos. Gracias a Dios, gracias también a los benefactores que la financiaron, a los que la pilotaron y a las hermanas que con gran fervor misionero entregan su vida por llevar el evangelio a estos pueblos lejanos. Pidamos una oración por todos los misioneros y misioneras mensajeros del amor y la paz de Dios.
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Monseñor Rafael Cob Garcia